15 de abril de 2011

Este 19 de abril no habrá “desembarco”

LIBERTAD O MUERTE
“Libertad o Muerte, así vivió Oscar “Churrero” Castro su vida. Con libertad o nada, siempre mirando hacia adelante, inventando esas “cosas” que parecen locas, pero que llevó a cabo con total confianza y destreza, como la representación del Desembarco de los “33 Orientales”.


Cada 19 de abril, este vecino que nos dejó el pasado año, organizaba “El Desembarco de los 33 orientales”, ya a principios de abril llegaba con una carpeta y comunicados redactados por él mismo en algún ciber amigo y se los entregaba a todos los periodistas para que fuesen “dando manija”. Mientras se lo veía largas horas rondando la Intendencia para poder pedir permisos y colaboración a fin de poder utilizar la playa “El Sauzal” como playa de “La Agraciada”. Y si bien no fueron muchos años de representación, cada vez que se hacía más gente se juntaba al rededor para verlo salir de un bote, con la espada en la mano e ir a liberar a los esclavos. Recuerdo que un año, con cientos de personas sobre la arena, cantamos todos el himno nacional, y la verdad, que con mucha emoción, con el sentido verdadero que un himno debe tener. Esa esencia que a veces se pierde al cantarlo, allí entre el agua y la arena se escuchaba muy fuerte y patriota. Y es eso, esencia. Platón consideró la "esencia" como ίδέα (idea) o forma eterna e inmutable de las cosas materiales y sensibles con un sentido metafísico, realista y trascendente. Y así su idea trascendió las fronteras de Durazno y las del país, se supo de él en varios rincones del Uruguay y desde la capital del país los medios de prensa lo llamaban para saber sobre este “desembarco”, y también sobre su otra actividad cotidiana, la política, sus candidaturas y sus ideas de gobierno.
La interpretación
Cada 19 de abril bien temprano en la mañana, Castro llegaba a la playa junto a quienes había convencido previamente para que colaboraran en la representación. Tempranito, unas 3 o 4 horas antes ya que esa era la prueba final, y también la primera, era esa y nada más, de allí a la actuación con el público. Un actor que no precisaba mucha práctica.

A veces me pregunto que lo llevó a interpretar a Lavalleja, quizás sus patillas, que meses antes de abril se las iba dejando largas para llegar al 19 con toda la naturalidad, pero más que eso, creo que fue el sentido de probar que por más delirante que parezca una idea, por más faltas a la historia tuviera su representación, el 19 de abril se recordaba, y el sentido de patria, tradición y de recordar por lo menos que hubieron personas que hace no tantos años pelearon por la libertad que hoy tenemos, es eso, la esencia de “la cosa”, lo que nos quedaba. Esto no era solo un acto para cantar el himno, y repetir extractos de un libro de historia, sino de ver realmente que con ese carisma que tan bien representaba, Lavalleja, Orientales todos lucharon, y dieron su vida por nuestro presente y nuestro futuro. Eso me quedaba.
Opiniones
Varios dedicaron palabras para él, no siempre palabras de bien, pero esas “malas” nunca quedaron plasmadas, se reservaban para el chusmerío barato. Dentro de los buenos conceptos, el político colorado Amorin Batlle decía: "El churrero es un hombre humilde que banca a su familia vendiendo churros. Es un hombre optimista y trabajador. Todos los años recrea el desembarco de los Treinta y Tres Orientales. Llega en balsa disfrazado de Lavalleja, con las patillas largas. Es un hombre reconocido como buena persona que siempre estuvo en política. Hoy se lanzó como precandidato a intendente, me dijo que quería acompañar mi candidatura y yo acepté con muchísimo gusto".
Muchas Gracias
Oscar, desde donde estés mirando, quizás algún día alguien más se anime a interpretar el desembarco de los 33, y devolvernos esa esencia que tanto precisamos en estos años de bicenteneario, en los que tanto se habla de la historia y de quienes la hicieron, pero precisamos volver a sentir que la historia no es simplemente letras en un libro, sino ejemplos que seguir, y tu linda locura hoy también es parte de la historia, al menos de ésta historia que humildemente quisimos recordar. Como decía tu jingle... “Es el churrero que te alegra la vida”.

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